"". febrero 2020 - ENMIMUNDO.SOY


               EL VERDADERO ESCRITOR.


En un apartado lugar del mundo, sentado en la banca de un parque se encontraba un hombre de avanzada edad, se jactaba de ser el hombre más sabio del mundo.
Esa mañana calurosa del 2 de abril se sentó junto a él un hombre también de avanzada edad, sus hermosos ojos azules además de su cálida voz, eran lo que lo hacía diferente de nuestro sabio amigo a quien llamaremos Germán.
Germán había viajado por todo el mundo, en su haber tenía más de mil libros  leídos, sus preferidos eran los de ciencias y aventuras.



El hombre se sentó junto a Germán y le preguntó que...¿cómo veía el día?... Germán lo volteo a ver y no le respondió nada, entonces el hombre le volvió a hacer la misma pregunta a Germán.

Él, con su fastidiante y entrecortada manera de hablar le respondió...¿cómo voy a ver  el día?... lo veo como siempre, irritante, fastidioso, sin chiste.
Entonces el hombre le  contestó... ¿COMÓ PUEDE SER POSIBLE QUE NO ADMIRES ESTE DÍA TAN HERMOSO?

 ¡MIRA! prosiguió aquel hombre... el sol te da un calor fantástico, la gente juega con sus hijos y parecen estar llenos de felicidad, el aire trae el perfume de las flores y las sonrisas de los niños hacen que tu sin querer eches a volar la imaginación.


Germán  era un hombre que se había enfrascado en vivir las historias de los libros o en analizar cada cosa que para él tuviera lógica, las teorías que se planteaba las desmenuzaba minuciosamente hasta encontrarles el lado científico.
Él no creía  que hubieran cosas extranormales o que pudiera existir lo paranormal en el mundo, él solo creía en lo que él podía ver, analizar y confirmar con una hipótesis basada en hechos reales.


Él  HOMBRE LE DIJO A GERMÁN:

 Se que te estoy incomodando, pero aprende a ver lo que tienes frente a tí, pues el día que ya no puedas salir a tomar el sol o puedas valerte por ti mismo querrás caminar simplemente por este hermoso parque,  entonces empezaras a valorar los minutos que tal vez para ti  ahora resultan perdidos en admirar las cosas que dios nos regala y que las dejamos a un lado por enfrascarnos en lo que a nosotros nos parece lo mejor del mundo. 
Es verdad que los libros son realmente hermosos y que a través de ellos podemos aprender mucho, pero estoy seguro que si aprendieras a disfrutar tu lectura recostado en el pasto  y de vez en cuando dejaras tu libro a un lado y voltearas a ver el hermoso cielo azul que está  ante tus ojos, tu lectura seria aun mejor de lo que ya es.



GERMAN ESTABA OYENDO LAS PALABRAS DE ESTE HOMBRE, PERO EN VERDAD LE CAUSABAN MOLESTIA.

 El  hombre se daba cuenta que su plática incomodaba a Germán, pero eso a él no le importaba, así que le continuó diciendo:

¿CREES QUE LOS GRANDES ESCRITORES NO NECESITAN INSPIRARSE EN ALGO PARA PODER DARLE RIENDA SUELTA A SU IMAGINACIÓN?

¡CLARO QUE SI!, ellos se inspiran en las vivencias que les suceden a ellos,  a sus amigos o familiares para poder crear esas lindas historias, pero eso no es todo, aparte necesitan un lugar tranquilo y relajado para poder escribir, también ven el cielo, se deleitan con el color del mar, admiran las flores y esperan a que surja la magia que Dios  les da para que las letras fluyan.



También los escritores de libros científicos, químicos o matemáticos necesitan de la magia de Dios, pues la inteligencia  es la parte mágica que él nos dio a los seres humanos, aunque algunos aprendemos a desarrollarla más que otros.
Sabes amigo, un buen libro también se disfruta con  una buena taza de café, o discutiéndolo entre amigos, o simplemente platicando con la familia acerca del aprendizaje que  te dejó ese libro.



Pero tu te crees el hombre más sabio del mundo y el mejor lector, ahora te demuestro que no eres ni el más sabio, ni el mejor lector, tú lees por rutina, sabes mucho, pero eso de nada te ha servido pues tus conocimientos no los has sabido compartir, ¡TU LECTURA NO LA SABES DISFRUTAR Y TU TIEMPO LO VIVES SIN SABERLO APRECIAR!.

Aprende que tu familia es igual de importante que un buen libro, que una sonrisa es demasiado buena para el alma y que el estrés no te hace disfrutar una buena lectura, invita a Dios a compartir tu libro favorito eso lo hará mil veces mejor.

Dios es nuestro amigo y él le dio a los escritores ese  don tan bello que tienen, aprende que él nos demuestra que está en todas las cosas bellas de este mundo y que él guía la mano de los que tienen la magia de escribir, valora todo lo que tengas en tus manos, admira las cosas bellas del mundo y disfruta tu vida al máximo.




BIEN, AHORA TE DEJO, YO UN DÍA TAMBIÉN FUI COMO TU, POR ESO DIOS ME ENVIÓ  A DARTE ESTE MENSAJE.

Sin decir más el hombre desapareció como por arte de magia, parecía que el viento se lo había llevado en un abrir y cerrar de ojos.

Este singular fantasma, en vida fue un  escritor que logró alcanzar la fama, pero se enfrascó tanto en ser el mejor, que dejó de escribir con la magia que lo caracterizaba y después de un tiempo cayó en depresión, perdió su fortuna al igual que a su familia y vagó  mucho tiempo como un indigente,  la calle fue por algún tiempo su hogar.

Ahí, en la calle y sentado en esa misma banca a donde se le apareció a germán, un dia volteo a ver el cielo y se volvió  a enamorar de él, admiro a las aves como hacía tiempo no lo hacía, se olvido de la tristeza que lo embargaba, tomó una hoja que encontró tirada y volvió a escribir, sus obras volvieron a tener la magia que al principio tenían. Dios le había dado una segunda oportunidad para enmendar lo que había dejado perder.



" Pues el verdadero escritor no pierde nunca el piso, jamás deja de creer en que la magia que sale de sus manos y de su cabeza se la da Dios, observa y admira todo lo bello de la vida, lo malo lo convierte en bueno y escribe siempre con el corazón".

DESPUÉS DE QUE JONÁS RIBSTEIN, RECUPERÓ EL DON DE ESCRIBIR, NUNCA MÁS SE PERDIÓ EN EL EGOCENTRISMO DE LA VIDA, VOLVIÓ A TENER ÉXITO, RECUPERÓ A SU FAMILIA Y MURIÓ A LOS 90 AÑOS.

Dios de vez en cuando lo deja bajar a la tierra, para que ayude a aquel que ha perdido su camino.

Germán entendió que hay cosas que no tienen una explicación por más que las busquemos. Pero el encuentro con aquel hombre o mejor dicho fantasma del parque, le había sido de gran ayuda para realmente aprender a vivir la vida y vio que la lectura se disfruta como el mejor postre del mundo, con alegría y felicidad.

DESPUÉS DE ALGUNOS DÍAS, GERMÁN TERMINÓ DE LEER EL LIBRO QUE HABÍA SIDO LA CAUSA DE SU ENCUENTRO CON AQUEL FANTASMA  Y PARA SU SORPRESA AL FINAL DE AQUEL  LIBRO APARECÍA LA FOTO  Y NOMBRE DEL AUTOR.... JONAS RIBSTEIN.



"EL VERDADERO ESCRITOR NUNCA PIERDE SU ESENCIA Y ESCRIBE SIEMPRE TOMADO DE LA MANO DE DIOS"













EL VERDADERO ESCRITOR

by on febrero 26, 2020
                EL VERDADERO ESCRITOR. En un apartado lugar del mundo, sentado en la banca de un parque se encontraba un hombre de av...

                           " NUESTROS NIÑOS"

Todas las cosas cambian eso lo sé muy bien, no recuerdo que en mi niñez yo haya portado algún arma, como en esta actualidad los niños lo hacen.








¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE?.. Que aquellos juegos de antaño estén ahora en el baúl de los recuerdos.





En muchos países se viven cambios dramáticos, y no solo en Iraq se puede ver a niños sosteniendo una pistola o actuando como todos unos guerrilleros.
La niñez es la etapa más linda de la vida, pero nosotros los adultos, estamos haciendo que los niños dejen de vivir tranquilamente.







Ellos están aprendiendo a vivir en un mundo lleno de violencia, ven que solo el más fuerte sobrevive en está jungla.
Los niños aprenden a disparar un arma sin temor, el dolor de matar a alguien ya no tiene un significado importante para ellos, el miedo se está convirtiendo ahora en su mejor aliado.






¿A DÓNDE QUEREMOS LLEGAR?...esa es mi pregunta.



Pensemos en ellos, no seamos unos padres o madres que incitemos a la violencia, dejemos a un lado nuestros egos y dialoguemos antes de comenzar una pelea, recordemos que nosotros debemos de ser "SU EJEMPLO A SEGUIR". Formemos para nuestros hijos, un futuro distinto al que se vive hoy en día.











A mí me gustaría que los niños, volvieran a ser ... 
                                 
                                “SOLO NIÑOS”

 Que no vivieran llenos de odios y rencores, pero nosotros somos los que debemos de parar las guerras, recordemos que todos somos humanos y que en lugar de vernos como hermanos, nos vemos como rivales a vencer.

 Siempre queremos ser los más fuertes, los mejores, pero dios es el único que  tiene todo el poder que nosotros los humanos tanto anhelamos, el día que lleguemos a comprender eso, creo yo, que las guerras y los odios entre nosotros se terminarán.
Pero somos tan tontos, que no podemos parar de pelear, por eso ahora estamos incluyendo a los niños en estas riñas.

El día que comprendamos que estamos haciendo las cosas mal, ya será muy tarde.
Hoy los invitó a que reflexionemos y a que pongamos un alto a la violencia.
Piensa antes de actuar, analiza y haz siempre lo correcto, ve al niño que está a tu lado y dime...


                   



                 ¿Qué futuro quieres para él?



UN MUNDO SIN VIOLENCIA

by on febrero 20, 2020
                           " NUESTROS NIÑOS" Todas las cosas cambian eso lo sé muy bien, no recuerdo que en mi niñez yo haya p...

    "LA CARTA" 


   En muchos países existe la pobreza y es ella la que  nos obliga a muy temprana edad a separarnos de nuestros padres, muchos jóvenes piensan que en Estados Unidos se harán millonarios, o que simplemente ganaran dinero suficiente para que su familia no pase hambres.
Y sí, es verdad que del otro lado del río bravo se gana bien, pues el dolar tiene mayor valor monetario que el peso mexicano, pero da tristeza ver como miles de jóvenes y no solo jóvenes sino también señoras, niños, niñas y  personas de avanzada edad cruzan  la frontera de México y Estados Unidos y no solo por el río,  también por el desierto y por muchos otros lados para alcanzar el anhelado sueño americano.

Andrés era un joven de diecisiete años que vivió mucho tiempo en Estados Unidos, el día que decidió cruzar la frontera lo hizo por el desierto, Dios lo ayudó en su largo peregrinar, pues él sabía que  sus padres y sus hermanos eran lo más importante para él, de no haber sido así Andrés no se hubiera ido nunca para el otro lado.




A su corta edad  y sin papeles no era fácil que lo contrataran, no encontraba trabajo y cuando lograba conseguir algún empleo no le pagaban lo que debería de ser, por no tener papeles, era  un indocumentado, pero claro está que mejores salarios que en nuestro país si los había.
Andrés comenzó trabajando de lavaplatos en un pequeño restaurante, trabajaba como un burro y cada peso que ganaba se lo mandaba a sus padres,en el sobre que mandaba  a México con el dinero iba siempre una carta y una foto,  en la carta Andrés les escribía a sus padres lo que  hacía, en donde trabajaba, que comía, en fin, miles de cosas, pero lo que nunca se le olvidaba escribir era lo siguiente :
"Madre te quiero mucho, recuerda siempre que aunque este lejos te llevo en mi corazón, nunca olvides que es por ustedes que estoy acá trabajando mucho, para que a ti y a mis hermanos no les falte nada, el día que regrese a México quiero que me esperes en la plaza, justo ahí, a donde hace la primer parada el autobús, pues quiero que tu seas la primer persona a quien yo vea y abrace" . 
La foto que  Andrés adjuntaba a la carta, era para que sus viejos como el les decía vieran que él estaba bien.


La madre de Andrés esperaba cada mes la carta que le enviaba su hijo, no solo por el dinero sino por la foto y las palabras que Andrés les escribía a ellos, al leer cada palabra de esa anhelada correspondencia y el estar mirando la foto de su Andrésito como ella le decía,  parecía que lo oía  y  lo veía ahí, a su lado.
Andrés cada día ganaba más dinero, pues en repetidas ocasiones doblaba turnos y así ganaba muchos más dolares de los ya acostumbrados pero el cansancio fue menguando sus días, el se sentía agotado y en cambio sus amigos hacían las mismas horas de trabajo que él, y estaban como si nada.
Andrés les preguntó a sus compañeros y amigos de trabajo...¿qué ellos como le hacían para no estar cansados?... que él ya se moría de cansancio, y que sin embargo ellos parecían no cansarse nunca.
Los amigos de Andrés consumían drogas, de esta forma no sentían cansancio, sueño, o hambre. Andrés era un joven sin vicios y ellos lo sabían, así que la respuesta que por un tiempo le dieron a él, fue la siguiente... "eres aún muy joven para adentrarte en el mundo de los vicios".
Andrés era joven pero no tonto, el entendió de inmediato que ellos se drogaban para aguantar las largas jornadas de trabajo.

           " LA VIDA DE ANDRÉS DIO UN GRAN CAMBIO"

Andrés decidió que él no quería drogarse, así que dejó por un tiempo de doblar turnos, el cansancio fue menos y claro que el sueldo también disminuyo, pero eso a él no le importó ya que sus padres seguían recibiendo lo que él ganaba.
 Lo que  a él le importaba era que sus viejos tuvieran para comer y que de vez en cuando ellos se pudieran dar un "gustito". Cada que él les escribía les decía que se compraran lo que quisieran, que salieran a pasear, que él quería que disfrutaran del dinero que  les enviaba, que él estaba trabajando para que a ellos y a sus hermanos no les volviera a faltar nada.

Andrés era un joven con un gran corazón, sus hermanos y sus padres a su corta edad le tenían respeto y admiración, ya que antes de ponerse a pensar en su bienestar siempre veía por el bienestar de los demás.

Una mañana Andrés recibió una llamada, era su madre, quien muy angustiada le decía que necesitaban más dinero del acostumbrado, su hermana Lucía  había enfermado y estaba internada, le estaban haciendo muchos estudios y al parecer tendrían que operarla.
 ANDRÉS LE DIJO A SU MADRE QUE NO SE PREOCUPARA QUE  LES ENVIARÍA MÁS DINERO.
Él sabía que la única manera de poderles enviar más dinero a sus padres era volviendo a doblar turnos o mejor aún, conseguiría otro trabajo además del que ya tenía en el restaurante.

Pero el tiempo pasó y Andrés no logró conseguir otro trabajo así que su única opción fue regresar a doblar turnos, la salud de la hermana de Andrés no mejoraba, Andrés estuvo doblando turnos por un mes hasta que un día se desmayó, casi no comía y menos dormía. 
Andrés no podía dejar de enviarles dinero a sus padres para el costoso tratamiento de su hermana, le habían diagnosticado cáncer, así que Andrés se sentía comprometido con sus padres y sobre todo con la vida de ella.
Andrés les pidió a sus amigos que le dieran de lo que ellos consumían, pero estos le dijeron que no, fue tanta la insistencia de Andrés que les dijo...¡por favor ayúdenme!... solo hasta que mi hermana mejore necesito mucho dinero, pues las fuerzas se me están acabando. Yo se que no me convertiré en un adicto y les aseguro que nadie lo sabrá.
Ante la insistencia de Andrés, sus amigos accedieron y le enseñaron  a consumir cocaína.

LA VIDA NO ES FÁCIL Y MENOS CON ALGUNA ADICCIÓN. 

Paso un año y la hermana de Andrés logró vencer el cáncer, pero él no dejó de consumir cocaína, su vida cambió por completo.
 El logró salvar la vida de su hermana pero empezó a perder la suya.

YA NO LE ENVIABA DINERO A SUS PADRES, EL VICIO LLEGÓ A SER MÁS FUERTE QUE EL AMOR QUE LES TENÍA A SUS VIEJOS.

Por mucho tiempo sus padres no supieron nada de él,  Andrés terminó en las calles sólo se la pasaba drogándose con sus amigos y la mayoría de las veces no sabía ni  el mismo donde estaba.
Su madre le pedía tanto a Dios para que su hijo volviera  al buen camino, que encontrara la paz que su alma necesitaba y que sobre todo se acordara que tenía una familia que lo quería a él y no al dinero que les enviaba.

Solo una madre puede ser tan valiente para cargar una cruz tan pesada.

Ver a un hijo perdido en las drogas debe de ser un sufrimiento terrible, pero no solo sufre  la familia sino también  el adicto, pues llega el momento en que  ya no goza al estarse drogando como lo hacía anteriormente, cuando tocan fondo, como dicen por ahí, sufren tanto por no poder dejar el vicio como por querer dejarlo, el  sufrimiento es doble para ellos.

           CUANDO NOS DAMOS CUENTA DE NUESTROS ERRORES.

Andrés toco fondo el día en que por una sobredosis se estaba muriendo en la calle, nadie de los que decían ser sus amigos lo ayudó, muy cerca de ahí pasaba un sacerdote quien se dedicaba a rescatar a jóvenes de las drogas.
Este cura se metía en los callejones más obscuros y en los peores lugares que se puedan ustedes imaginar, el tenía la misión de rescatar a esos jóvenes de las drogas.
El padre llevó a Andrés a un centro de rehabilitación, ahí le salvó la vida y además le ayudó a sanar su alma.
Después de seis meses Andrés logró salir de nuevo al mundo, lejos de las drogas, volvió a trabajar y tardó tiempo en escribirles a sus padres, pero comenzó a enviarles dinero,  por un tiempo no les escribió, se sentía demasiado avergonzado.

Pasaron seis años y Andrés seguía  limpio,  las drogas ya no formaban parte de su vida.
Pensaba en regresar al lado de sus padres,  el había logrado ahorrar lo suficiente para poder montar un negocio en México. 

QUERÍA DARLES LA SORPRESA  A SUS VIEJOS Y ESTABA PREPARANDO TODO PARA REGRESAR CON ELLOS.

La noche en que se dirigía al aeropuerto para tomar el primer vuelo que saliera a la ciudad de México, fue interceptado por dos hombres que lo asaltaron, él se resistió al asalto y lo acuchillaron, Andrés murió al siguiente día en el hospital, pero antes de morir le dijo al padre que lo había ayudado a rehabilitarse quien además de haber sido su salvador y su consejero espiritual, se había convertido en su mejor amigo.  Le pidió que si él llegaba a morir le enviara  a su madre cada mes una carta y que le escribiera como si él aun estuviera vivo.

           

Andrés quería que su madre nunca lo olvidara y que de alguna manera su sufrimiento fuera menos, sentía que su fin estaba cerca y que no saldría de aquel hospital; cuanta razón tenía Andrés, su vida terminó ahí al lado de su verdadero amigo el padre Manuel Sevilla.

La madre de Andrés sufrió demasiado al enterarse que su hijo había muerto, pero la carta que le llegaba cada mes le recordaba que el la miraba desde el cielo. 



                                       
 AUNQUE LA PRESENCIA DE UN SER QUERIDO YA NO ESTE CON NOSOTROS, LA ESENCIA QUE DEJA POR EL MUNDO  PUEDE LLEGAR A SER IMBORRABLE.








"EL MÉDICO BUENO"



En la cama de un hospital se debatía entre la vida y la muerte un hombre, su esposa lloraba inconsolablemente ante el diagnóstico que le daban los médicos a diario. Los días transcurrían y Pablo nuestro amigo no mejoraba.
Pablo es albañil, en su trabajo sufrió un accidente, cayó de  el segundo piso de la construcción en la cual él estaba laborando. María su esposa es ama de casa, una mujer humilde al igual que Pablo,ellos no saben leer ni escribir,hacía ya unos cuantos años en que los dos habían salido de un pequeño pueblito enclavado en la sierra de  puebla, ellos querían tener una mejor calidad de vida y a Pablo le habían dicho que en la ciudad de México había mucho trabajo para las personas que se dedicaban a la construcción. Sin pensarlo más, tomaron las pocas cosas que tenían y se embarcaron  a ojos cerrados, su destino era la enorme ciudad de México.
Las cosas al principio no fueron del todo fácil para ellos, como a todo recién llegado  a la ciudad, sintieron la gran diferencia que había en cada cosa, en cada calle, hasta en las personas que iban y venían y que salían de no se donde, ellos no sabían que la vida en la ciudad fuera tan ajetreada,habían dejado atrás a su familia, la tranquilidad de su pueblo, los amaneceres limpios y llenos de silencio, el canto de las aves que los despertaban con el alba y sobre todo el aire y la frescura del campo.
Toda su vida había cambiado y a ellos no les quedaba más que adaptarse a la vida de la ciudad.
A Pablo le costó mucho encontrar trabajo pero lo logró, era un buen hombre, honrado, trabajador y además muy responsable.
Ellos rentaban en una vecindad muy cerca del trabajo de Pablo, María salía con mucho miedo por su mandado, la gente le daba temor, los automovilistas, los ruidos, el ir y venir de las personas, en fin todo le aterrorizaba, ella se pasaba los días diciéndole a su marido que quería regresar a su pueblo.
Pablo le hacía ver a su esposa que si ellos volvían regresarían a lo mismo, él volvería a trabajar de vez en cuando en alguna construcción y que como por allá no hay recursos para poder construir tantas casas como en la ciudad, tendría que volver a sembrar  la tierra para que tuvieran apenas para mal comer y que él ya no quería tener dinero solo para vivir el día a día, que el quería tener una casa propia, grande y llena de todas las comodidades, que quería saber lo que es tener un dinero ahorrado para cualquier apuro, y que quería tener un automóvil.
María no estaba de acuerdo con lo que Pablo le decía, acerca de tener todas esas cosas que a el le hacían tanta ilusión, María quería todo lo contrario a su esposo.
Ella solo anhelaba vivir tranquila, tener lo necesario para comer y alejarse de la ciudad. Cada mañana ella le pedía a dios que Pablo cambiara de opinión y que regresaran a puebla.
Paso un mes, ese mes se le hizo a María como si hubieran sido diez años de sufrimientos, para Pablo fue todo lo contrario a el ese mes se le hizo como si solo hubieran pasado diez días. 

Pablo  desde que arribo a la ciudad se dejo deslumbrar por todo, sus grandes edificios, los lujosos automóviles, el vestir y calzar de la gente etc.
María se aferraba a la idea de volver a su pueblo y Pablo se aferraba a quedarse  a vivir en la ciudad.

PERO UNA MAÑANA LA VIDA LES CAMBIARÍA POR COMPLETO.

Como cada mañana Pablo salia hacia su trabajo, María lo despedía por la pequeña ventana que daba hacia la calle con una gran sonrisa y le gritaba que mas tarde le llevaría el almuerzo. Pablo levantaba la mano y le decía adiós. Esa era la rutina de ellos por las mañanas.
María después de que despedía a su esposo se dedicaba a hacer los quehaceres de su casa, entre ellos estaba prepararle el almuerzo a Pablo, el cual le llevaba siempre antes de las doce del día. Esa mañana al parecer todo transcurría tranquilamente, ella se encontraba guisando, cuando un compañero de Pablo llamo a la puerta, María se apresuro a abrir y le dijo.... buenos días.... ¿que se le ofrece?... el hombre estaba blanco, no podía articular palabra, María le volvió a repetir lo mismo... buenos días.... ¿que se le ofrece?...
el hombre como pudo le dijo... señora a su marido le paso un accidente.
María  sintió que el mundo se le vino encima, el hombre al ver el estado en el que se encontraba María la tomo del brazo y le dijo:acompáñeme señora, yo la llevo al hospital a donde llevaron a su esposo.
Pablo fue trasladado a un hospital pero el dueño de la obra no se hizo responsable de nada pues argumento que Pablo tenia solo un mes de estar trabajando con el.
 ¡DIGAMOS QUE SON DE ESAS INJUSTICIAS DE LA VIDA!
María estaba sola y ademas la gente la menospreciaba por su analfabetismo, los que todavía tenían un poco de humanidad la ayudaban en todo lo que podían, ella no sabia leer ni a quien dirigirse en ese gran hospital.
Al llegar con el medico que estaba atendiendo a Pablo, ella le pregunto por la salud de su esposo, el doctor le respondió:su esposo esta inconsciente, el golpe que había llevado en la cabeza era grave y lo tenían que operar.
El medico le dijo a María que necesitaba pagar cuarenta y cinco mil pesos para que ellos pudieran operar a Pablo.
María se puso a llorar y le dijo al medico que ellos no tenían eso dinero, que lo único que habían podio ahorrar eran dos mil pesos.
El doctor le movió la cabeza a María y le dijo: apúrese mujer a conseguir ese dinero, pues su esposo no se puede quedar así.
Ella no sabia que hacer, solo lloraba al ver a su esposo postrado en esa cama y le decía... si nos hubiéramos regresado al pueblo Pablo nada de esto hubiera pasado, mira ahora, que voy a hacer yo...¿de dónde voy a sacar tanto dinero?
Los médicos quienes ahora se han convertido en humanos sin sentimientos ven a cada enfermo ya sin alguna compasión, ellos solo ven como signo de pesos a cada paciente, el altruismo, y sobre todo el amor  hacia sus semejantes se esta acabando, es raro encontrarse con un doctor que no vea a sus pacientes como cheques al portador en esta actualidad.
María se pasaba los días y las noches al los pies de la cama de Pablo, el seguía sin reaccionar y los doctores no le daban esperanzas a la pobre de María, le decían que entre mas tiempo pasara Pablo sin operarse las consecuencias podrían ser fatales.
Ella les suplicaba que lo operaran, pero ellos le decían que sin dinero no podían hacer nada. María les decía que por caridad, que por humanidad lo hicieran, pero sarcásticamente le respondían... que de caridad no se comía.

YA HABÍAN PASADO 15 DÍAS EN LOS QUE PABLO SEGUÍA IGUAL.

Una noche, un médico se paro frente a María y le dijo... ¡no te apures mujer tu marido saldrá bien librado de esta batalla, deja de llorar!... y la abrazo,ese abrazo fue lo más lindo que alguien había hecho por ella desde hacia mucho tiempo, el se había compadecido de ella y le demostraba que aun había gente en la gran ciudad que todavía tenían sentimientos.
María sintió ese abrazo como  ningún otro, el doctor antes de irse  le dijo.... solo dios decide el destino de cada ser humano que entra aquí, él dice si se salvan o se mueren, los médicos solo somos sus instrumentos, el nos guía la mano y nos ilumina en el quirófano, pero el poder de la vida y de la muerte solo el lo tiene.


María quedo realmente tranquila al oír las palabras de aliento que este médico le había dado, pero a la mañana siguiente todo volvió a ser igual, los demás doctores le volvían a exigir a María el dinero para que pudieran operar a Pablo, ella nada más se les quedaba viendo y ya no les respondía nada, entre ellos decían... estos indios son unos ignorantes, no saben nada y piensan que todo se los tenemos que resolver nosotros.
La vida de María  era en verdad triste, ella esperaba que llegara la noche para que el medico bueno como ella le decía llegara a ver a su esposo y le diera un pronostico mejor que el que le daban los médicos que pasaban por las mañanas a la revisión de rutina.
Y así llego la noche y con ella el médico bueno como le decía María aparecía de la nada, cuando ella menos se lo esperaba ya estaba ahí a su lado, le tocaba el hombro y le decía.... ¡no te apures María yo veo que tu marido no necesita  ninguna operación dios lo esta salvando y él en unos días despertara!.


María le creía a este doctor y estaba segura que en unos días Pablo despertaría.
Los médicos seguían insistiéndole cada mañana con lo mismo y seguían haciendo corajes con nuestra amiga, ella les dijo que su marido despertaría pronto que el médico bueno que pasaba cada noche a verla le había dicho que su marido no necesitaba ninguna operación y que ella confiaba en el.
Ellos se quedaron muy desconcertados con lo que María les había dicho del medico que pasaba a revisar al paciente por la noche, no podían creer que alguien le estuviera dando este diagnostico a ella. Así que se pusieron a investigar por la descripción que les dio María del médico que estaba de turno por la noche, o de los internistas que checaban a los pacientes por la noche, pero ninguno coincidía con la descripción que les había dado María.
Le preguntaron también a las enfermeras pero a este médico nadie lo había visto. Es más en el hospital nadie había visto a un medico con la descripción que ella les había dado.
Después de hacer miles de investigaciones llegaron a la conclusión de que María, debido al cansancio  y al estrés estaba comenzando a tener alucinaciones.

Pero el médico bueno la seguía visitando cada noche y la noche antes de que Pablo cumpliera un mes en el hospital, el medico bueno le dijo a María que al día siguiente Pablo despertaría y que no le quedaría ninguna secuela de su accidente, que todo estaría bien, que el les sugería que regresaran a su pueblo y que se olvidaran de querer tantas cosas como las que Pablo quería tener, que la mejor cosa que podemos tener en el mundo es salud y que teniendo salud tenemos todo, que le contara a Pablo todo lo que había pasado y que le hiciera ver que Dios siempre está a su lado.
María estaba feliz, no podía creer que Pablo fuera  a despertar a la mañana siguiente.
Cuando amaneció les dijo a los doctores que su esposo ya iba a despertar, ellos ya solo la veían como a una persona a la cual el dolor y la falta de dinero para salvar la vida de su ser querido la estaban llevando a la locura.
Pero María confiaba tanto en el médico bueno que no perdía la esperanza de  que Pablo esa mañana despertará.
Pero pasaron dos horas y Pablo no despertaba, justo cuando llego la enfermera a checarle los signos vitales Pablo despertó intempestivamente, ella dio un grito que se oyó en todo el hospital, más enfermeras y médicos llegaron hasta la habitación en donde se encontraba Pablo, María lloraba y  al mismo tiempo gritaba de felicidad y los médicos que  dos horas antes de lo acontecido habían tachado a María de loca, ahora veían que en estos dos humildes provincianos Dios había obrado el  milagro más grande que ellos hallan  visto.
Pablo y María volvieron a su pueblo y vieron que la vida nos enseña grandes lecciones, y que los milagros   de Dios siguen existiendo, se dieron cuenta de que el dinero no es todo en el mundo, Pablo aprendió a  valorar lo que tiene, y nunca más le pidió a Dios tener más de lo que necesitaba.

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