DICIENDO ADIÓS.


Hace miles de años un día 24 de Diciembre, durante una guerra nació una pequeña niña, su nombre era Sara, ella nació a las orillas del mar caribe en donde su padre trabajaba en un lindo y acogedor faro, su padre se llamaba Richard y su madre Karol.



5 AÑOS DESPUÉS:

Sara creció en ese lindo faro.


Era muy feliz hasta que un día llegaron los soldados a recolectar víveres para sus tropas y también a reclutar hombres, ya que la mayoría habían muerto así que al padre de esta linda niña le dijeron los soldados lo siguiente: 

-Estamos buscando hombres para unirse a la guerra, ya que muchos están heridos y otros más han fallecido en combate, buscamos a hombres valientes y fuertes, pero también tenemos que llevar a niños o niñas, así es que si usted no nos acompaña nos tendremos que llevar a su hija.

El padre de Sara se quedó pensando cada palabra que iba a decir pero lo unico que salio de su boca fue:

-No dejaré que se lleven a mi hija, así que yo me enlistaré.

El sargento se quedó sorprendido con la respuesta de aquél hombre, quería tanto a su hija que él se podría sacrificar a cualquier cosa, pero no dejaría que nadie lastimara a su pequeña Sara y el soldado le dijo:

-Está bien, le mandaré una carta para cuando lo necesitemos.

Pasó una semana y el correo llegó muy temprano, el padre de 
Sara recogió la carta y la leyó, él se tendría que ir a la mañana siguiente.



Sara llegó del colegio muy feliz pues ese día había tenido un examen y ella había sacado buenas calificaciones, pero su alegría se le cortó al ver a sus padres llorando y les preguntó:

-¿Por qué están llorando?

Su madre fue la que comenzó a hablar y le dijo:

-Mi linda niña tu padre tiene que decirte algo muy importante.

Su padre no podía hablar y no sabía cómo explicarle esta tragedia a su pequeña Sara, pero tomó aire y le comenzó a decir a su hija.

-Ven hija acércate a mí, que necesito explicarte algo. Mira como te hemos platicado muchas veces tu madre y yo, Dios siempre nos pone y nos pondrá muchas pruebas y hay que saber afrontarlas en la vida, es por eso que tu madre te llama la atención cada vez que haces algo mal, y esto que te voy a decir no es para que te pongas triste, quiero que me prometas que siempre serás muy feliz y valiente, que pase lo que pase nunca olvides quien eres y que tu familia te ama y siempre lo hará.

La pequeña niña le contestó:

-Papi yo nunca los olvidaré y te prometo que voy a ser la niña más valiente y feliz de todo el mundo...¿Sabes por qué lo voy a ser?....Porque yo siempre he amado y amaré a Dios,pero que es lo que tienes que decirme.

Su padre se quedó sorprendido con la respuesta que le dio su hija, pero él tuvo que responderle.

-Pues mira esta mañana me llegó un correo del sargento 
Rodrigo y me dice que tengo que ir a la guerra por un tiempo, así que mañana a primera hora quiero que tú y tu madre me acompañen a la estación de tren para despedirnos...¿Estás de acuerdo?

-Si papi te voy a extrañar pero se que algún día tu regresarás.

Se dieron un beso y un fuerte abrazo familiar.todo ese día sus padres se quedaron platicando con Sara, al llegar la noche Sara se quedó dormida en una silla, su padre la subió a su cuarto pero Sara despertó y le preguntó a su padre:

-Papá ¿Puedes leerme un cuento?


Así que su padre leyó el cuento favorito de Sara titulado "El mar de las sirenas" cuando su padre terminó de leer el libro esta pequeña le dijo:

-Padre te volveré a ver algún día.

A lo que su padre le contestó:

-Si Sara te prometo que me volverás a ver y recuerda que yo siempre estaré en tu corazón.

Pero lo que nadie sabía es que Richard no podría regresar y sería el último cuento que Sara escucharía leer a su padre.

A la mañana siguiente muy temprano los tres fueron a la estación de trenes, Richard se despidió de su querida Karol y su pequeña Sara.



6 AÑOS DESPUÉS

Sara hoy cumple once años y está en el colegio mientras que su madre le está preparando una rica comida más tarde llegarán sus amigos para acompañarla en este día tan especial para ella.


Al llegar Sara del colegio y ver a su madre y sus amigos reunidos le causó una gran sorpresa, después de algunas horas de pasar un  buen rato juntos a las siete de la noche todos se retiraron a sus casas ya que el pueblo quedaba lejos del faro; después de un rato tocaron a la puerta y sara fue quien abrió, al abrirla frente a ella había un soldado, ella por un momento pensó que era su padre pero no, no era así; aquél hombre buscaba a la señora Karol, Karol al escuchar que la buscaban salió y puso mucha atención a aquél soldado, este le entregó un sobre y le dijo:

-Lo siento mucho le traigo una mala noticia, en el lugar donde su esposo se encontraba hubo una gran explosión y no pudimos encontrar su cuerpo.



Karol no dijo nada solo lloró, cuando el soldado se fue le explicó a Sara que era lo que había ocurrido, pero Sara no lloró y dijo:

-Estoy muy feliz, pues mi padre está con Dios y ya no tiene que combatir en la guerra, así que por favor no llores y agradecele a Dios por lo que acaba de pasar.
Después de asimilar y tratar de entender la noticia del deceso de Richard Sara llegó a su recámara y se puso a hablar con Dios y le dijo:

-Dios estoy muy triste por mi padre, pero es raro por que a la vez estoy feliz porque él ya no estará en los campos de guerra; sabes, me duele mucho ver como los humanos destruyen lo que has creado y se matan entre ellos, gracias por todo te amo demasiado y dile a mi padre que lo quiero.

Después Sara tomó el libro que su padre le había leído por última vez y se quedó dormida con el libro entre su brazos.
Dios al ver la actitud con la que Sara tomó las cosas acerca de la muerte de su padre le hizo un gran regalo y entre sueños vio el rostro de su padre quien le hablaba y le decía:

"TE QUIERO SARA Y SIEMPRE ESTARÉ CUIDÁNDOTE A TI Y A TU MADRE, DILE A TU MADRE QUE YA NO ESTÉ TRISTE POR MÍ, QUE YO ESTOY EN UN LUGAR REALMENTE HERMOSO Y ESTOY CON DIOS".




 

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